Tormenta después de la calma (III)

Huoooooooooola! Por fin, diréis algunas. Pues sí, ya sabéis que cuando subo, subo mucho, y cuando no, me paso años. Ahora ya estoy aquí, y vuelvo para quedarme corazones. A partir de ahora prometo subir con regularidad. Abusibamente no, pero sí con frecuencia. Y nada, que hace tiempo que no sabéis nada de mí. Que las notas me fueron geniales y gracias a eso estoy empezando un verano que promete y que algunas sabéis porque jijiji. Y bueno nada, que por aquí creo que acabo mi discursito de hoy, y que supongo, que mañana habrá más y mejor. Aquí os dejo con capítulos intrigantes y bueno, se acerca #Haula jujuju :')

Paula:

-¡Hielo por favor!- le grité al camarero que estaba situado detrás de la barra, mientras, le tocaba la frente a Harry.

-Ahí me duele… -me agarró de la muñeca y la bajó hacia su mejilla- Así mejor.

Me dieron una bolsa de hielo de bastante peso. Con un brazo sostenía a Harry, que apenas se aguantaba en pie después del puñetazo y los efectos del alcohol. Con el otro hacía malabares para conseguir sostener aquella bolsa de peso inhumano de hielo. La gente estorbaba en el trayecto al baño. Cabezas se asomaban para preguntar como estaba, que posteriormente, se olvidarían de él y seguirían con la fiesta. Algunas chicas se acercaban a él y de manera desinteresada aprovechaban para tocarle el pelo, u otras partes varias. Llegamos al lavabo, y Harry, rezagado, se sentó en la tapa del váter. Yo, enrollé un par de papeles con tres hielos y con delicadeza se lo aguanté en la frente. Me miró a los ojos, me sonrió y acarició la mano.

-Gracias- me dijo él mientras rozaba su mano con la mía.

-¿Gracias por qué?

-Por todo, por estar a mi lado, por no odiarme, por intentar que Víctor no me pegara, por abrirme los ojos, por quererme…

Me senté encima de Harry le sonreí y le di un beso lento en los labios. Aparté mi mano del hielo y lo dejé en el suelo. Puse cara de preocupación mientras veía la herida que Harry tenía sobre la ceja.

-Harry, tienes sangre. Esto hay que desinfectarlo…

-Pues aquí no tengo nada… ¿Tú tienes el botiquín en casa?

-Sí.

-Pues podemos ir al loft, y después volvemos…- me sonrió y me acarició el pelo.

Le asentí y le volví a besar. Él se apartó para seguirme besando por el cuello y a continuación resbalar sus manos por mi cintura. Me apetecía seguirle el rollo, pero daba la casualidad de que en el baño de al lado había un chico vomitando por el exceso de bebida.

-Harry, para…

No paró y me siguió besando. Pero, para mi sorpresa picaron a la puerta del baño.

-¿Se puede pasar?- era Claudia.

Harry apartó las manos de encima de mí y yo me levanté para abrir la puerta.

-¿Interrumpo algo?- dijo ella asomando su preciosa cabellera rubia por el escaso espacio de la puerta.

-No tranquila, pasa, solo estaba curando a Harry.

-Ah sí es así…- empujó la puerta del baño con toda naturalidad y entró- Supongo que Harry sabrá quién es Alex, ¿No?

-Sí, lo sé.- contestó él sincero.

-¿Ha pasado algo Claudia?

-Hmmm…. Emmm… S… Sí. Será mejor que salgáis fuera- me estiró del brazo y me obligó a salir del baño. Harry iba detrás de mí.

Claudia:

¿Tenían que estar siempre juntos? Odiaba cuando se estaban besando o cualquier momento en el que se daban muestras de amor… La rabia me comía por dentro. Decidí ir al baño a estropearles el momento amoroso y contarles lo que estaba ocurriendo con Alex.

Algún día le explicaré a Paula que pasó cuando conocí a Harry…

Salí de aquel lugar y miré al frente. Podía ver como la gente se reunía más bien en el centro de la pista. Allí había un corro similar al de antes, en el que Harry yo habíamos sido protagonistas. Ese era parecido, no igual. En él estaban Lou, Miri y el imbécil de Álex. Solté a Claudia y fui corriendo allí. Me abrí paso entre la gente que abucheaba y gritaba a vete tú a saber dónde. Lo único que conseguí ver, era como Louis cogía su vaso de bebida cualquiera y la tiraba contra el suelo.