Nuestra directioner nº:

viernes, 27 de enero de 2012

''Every teardrop is a waterfall'' (II)

Publicado por Paula y Miriam en 12:38

Hola babies! Os aviso de que el dideño de las entradas va a cambiar un poco. Ahora pondré fotos significativas antes de nada. Hoy no tengo ganas de escribir mucho, es un viernes, y estoy agotada.
Un besito fuertísimo para todas estas lectoras bonitas, que hacen que sigamos en pie.

Paula:
Me lo esperaba. Efectivamente, llovió. Y ahora qué? Pues para casita. Quizá no era el día más adecuado para visitar Londres. Pero tenía una idea. Miriam y yo no llevábamos mucha ropa elegante ni de gala, o simplemente para salir, y dos manzanas más atrás de nuestra casa había un pequeño centro comercial. Podíamos pasar allí la mañana, era un sitio cerrado y no nos mojaríamos. Sí, era una buena idea.
-Y que te parece si nos vamos a Westfield London? Pasamos la mañana, y así no estamos todo el día encerradas en casa. Además no nos mojaremos porque es cerrado. Qué opinas?- le dije con cara de niña buena.
-Me parece genial, yo tampoco quiero ir ya a casa. Y qué tal si llamas a Mar y qué se venga?- me respondió ella.
La llamé, pero no me cogía el teléfono. Probé varias veces, y nada.
-Otro día será, no me coge el teléfono…- dije un poco decepcionada.
Íbamos de camino al centro comercial escuchando WMYB de ellos, sí, 1D. No pudimos evitar mirarnos y reír, Miriam escondía algo, y yo, yo también. Pero lo dejé correr, no le dije nada.
Llegamos al centro comercial, era pequeño, pero muy acogedor. Más bien, parecía un palacio, con el suelo de mármol y las barandillas pintadas de oro nacarado. Era muy bonito la verdad. Nos compramos varias cosas. Miriam unos pantalones negros con destellos plateados, y unos peep toes a juego, también un vestido por si se daba la ocasión de color amarillo claro. Yo me compré una camiseta de encaje color crudo, y unos pantalones de tiro alto verde oscuro, y también unas sandalias de cuña de madera, a juego con los pantalones. Llegamos a casa derrotadas de tanto caminar. Y colocamos las cosas en nuestro súper armario. No teníamos demasiada hambre, así que no comimos, típico de adolescentes. Nos sentamos las dos en el mismo sofá y hablamos de los chicos. En verdad, era el tema que más nos gustaba. En aquel momento recibí una llamada de Mar.
-Hola Mar! Qué tal?- objeté yo.
-Bien, me has llamado verdad?
-Sí, era por si te querías venir con nosotras a Westfield London, pero ya estamos en casa…
-Ah bueno tranquilas, es que había ido a patinar sobre hielo con Zayn, y me dejé el móvil en los vestuarios.
-Oye, se me acaba de ocurrir algo, y si te vienes a pasar la tarde con nosotras en el loft, una tarde de chicas te vendrá bien, que llevas unos meses solamente rodeada de chicos. Las mentes femeninas ayudan a desconectar…- bromeé yo.
-Me parece bien, en una media hora estoy rondando por allí.
Efectivamente, ni más ni menos, media hora. Subió, y lo primero que hicimos fue enseñarle la casa. Le encantó. Estuvimos charlando, estaba contenta, necesitaba a dos amigas a las que poder contarle las cosas. Yo quería más, y les propuse salir de noche y así hicimos. Mar fue a buscar un conjunto nuevo a su casa, y yo y Miriam nos pusimos lo nuevo. Era una noche de chicas, de estreno, de gala. Y me daba a mí, que iba a ser fuera de lo normal.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Londres, dos chicas y una dirección. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos