Paula:
En cuánto colgó comencé a saltar encima de la mesita del comedor. Que fuerte, Niall nos había invitado a ver un partido de básquet! Cogimos mi portátil y miramos cómo llegar al estadio. Hicimos ‘’zapping’’ de nuevo y de tanto no ver nada, nos quedamos dormiditas en el sofá. A la mañana siguiente, me desvelé antes que Miriam y quise preparar el desayuno. Abrí la nevera, no había nada. Miré en los armarios, tampoco. Así que me dispuse a ir a comprar al supermercado que doblaba la esquina. Compré de todo, un poco de leche, huevos, pan, cereales, verdura, pescado, carne, y se me apetecieron unos Donuts. Cuándo iba a pagar, Víctor estaba detrás mio.
-Fíjate por dónde, casi 6 meses sin vernos, y ahora, te encuentro en todos sitios…- se paró a mirar el culo de una chica.
-No seas cerdo, y anda, a ver si desapareces ya de mi vista- me giré y recogí la bolsa.
Víctor insistió en acompañarme a casa. Por supuestísima mente, yo no quería. Pero al final, no sé cómo, acabo en la portería.
-Bueno ya nos veremos- dije irónicamente.
-Seguro…- dijo dándome pequeñas palmaditas en la espalda.
Entré en casa, al fin. Miriam ya estaba despierta.
-Dónde has ido? Me estaba comenzando a preocupar…- formuló mirando las bolsas que llevaba.
-Tranquila, solo he ido a hacer la compra, no teníamos nada! Pero…- como siempre, no me dejó acabar.
-Qué ha pasado ya?
-Nada, me he vuelto a encontrar a Víctor- llevaba puesta mi cara de asco.
-Joder, ahora resulta que este tío es Dios, me cago en la p…, qué, desayunamos? Tengo un hambre…- me recogió las bolsas que llevaba.
Preparamos el desayuno mientras curioseábamos el canal de música. Sonó Gotta Be You, de ellos, sí, One Direction. Nos pusimos a dar botes, brincábamos cómo locas. Cogí el cartón de leche y me puse a cantar, cómo no, haciendo unos gallos alucinantes en el You, pero me daba igual. Hasta ese mismo instante no me di cuenta de lo feliz que era, de no tener demasiada suerte, pasé a un estado inhabitual. Nos vestimos, no demasiado arregladas, íbamos a un partido. Salimos de casa, y alquilamos unas bicis. Llegamos al estadio, en la puerta estaba Niall, esperándonos.
-Mis españolas favoritas ya están aquí- dijo dedicándonos una sonrisa y a la vez sobre posando sus brazos en nuestras cinturas.
Nos reímos y sonrojamos. Era cómo un amigo de toda la vida, y lo conocíamos de hacía 1 día. Bueno, a eso se le puede llamar suerte.
No me lo podía creer, estaban Zayn, Louis, Liam y… Harry. Este último fue el que me hizo más ilusión. Los tres primeros se acercaron a Miriam.
-Niall nos ha hablado de vosotras, dice que sois muy majas y cómo le sobraban dos entradas se ha acordado de vosotras- dijo Louis mirando de una manera asombrosa a Harry.
-Sí, y creo que a parte de majas, són bastante guapas- articuló Harry acercándose a mi- Harry, encantado.
-Paula…- me sonrojé, y sin pensármelo le di dos besos, seguidamente, a los tres restantes.
De detrás de Zayn salió una chica morena y alta, bastante guapa por cierto.
-Hola, me llamo Mar, y soy la novia de Zayn- dijo mientras se dirigía a darnos un abrazo a cada una.
-Bueno, ya estamos todos- dijo Liam- Ya podemos ver el partido- señaló a otra chica- Aquella es Claudia, una amiga nuestra de la infancia, juega en el equipo local.
Niall se sentó al lado de Miriam, y al otro lado Louis, seguidamente Harry, luego yo, Liam, y por último Mar y Zayn, muy juntitos.
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