Miriam:
¡Qué cansada estaba! Después de cenar aquella comida precocinada, nos estiramos en el sofá. Nos acurrucamos en los dos sofás que había enfrente de aquella televisión. Cogí el mando y empecé a hacer un poco de lo que se llama "zapping" para ver los canales que podíamos ver.
De repente, el móvil empezó a vibrar. ¿Era el mío o el de Paula? Paula y yo tenemos el mismo modelo de móvil. Paula miró en sus bolsillos, y sacó el suyo. Entonces, el mío sería el que está en la mesa. Era Niall.
- Ai madre, ¿Qué hago? ¿Cómo es que ha llamado tan pronto?
- ¡Cógelo! ¡A que esperas! - Me contestó Paula alucinada.
Apreté el botón verde. Esbocé un dulce: -¿Sí?.
-¡Hola Miri! - Me contestó con un tono de alegría.
Me quedé boquiabierta y tapé la mano el auricular y le dije a Paula susurrando: Me ha llamado Miri...
Paula sonrió y estaba con los ojos sobrepuestos en mí, y en la llamada.
- Bueno, ¿Ya os habéis alojado en el hotel? - Preguntó.
- Sí, ya hace un par de horas que hemos llegado. Ya hemos cenado y ahora estábamos viendo la tele.
Paula alucinaba. Creo que ella no veía tan normal que yo estuviese así, hablando con Niall. Pero yo lo veía como un chico normal, es más, más que normal, era un chico genial. Puse el móvil en altavoz y así Paula podía escuchar lo que me decía.
- Verás... Quería comentarte una cosa. - Me dijo proponiéndome algo. - Mañana se celebra un partido de básquet femenino, es benéfico. Vendrá mucha gente y me sobran dos entradas, pensé inmediatamente en vosotras, me caísteis genial. ¿Qué? ¿Os apuntáis?
Paula y yo dijimos un tremendo SÍ al unísono. Nos despedimos de Niall y colgué. Mañana veríamos a Niall de nuevo, y tal vez conoceríamos a gente. Qué buena manera de empezar nuestro viaje en Londres.
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