Nuestra directioner nº:

miércoles, 4 de enero de 2012

Sin esperar el siguiente paso (II)

Publicado por Paula y Miriam en 7:49
Paula:
Las casi 3 horas de vuelo se me pasaron volando. Mientras yo dormía Niall y Miriam hablaban. Parecía que se caían bien. Aún así yo seguía un poco fascinada. Nial Horan. One Direction. Un sueño. Increíble. Todo aquello era increíble, y Miriam tan normal.
-Buenos días Paula!- dijo Niall con una P-R-E-C-I-O-S-A sonrisa- Miriam y yo hemos estado hablando todo el vuelo, nos hemos intercambiado teléfonos y eso. Si queréis algún día nos podemos ver.
Yo no podía reservar mi cara de asombro y felicidad.
-Pues claro! Y por favor… hummm…
-Qué pasa?- me preguntó Niall con cara de desconcierto.
-Nada es igual déjalo correr. Salimos?- dije yo levantándome y señalando ligeramente la salida del avión.
-Claro -dijo Miriam dejándome pasar.
Avancé delante de ellos. Oía como hablaban parecía muy majo, pero Miriam se hacía un poco la superficial para no parecer demasiado… ¡LOCA POR ÉL!
Nos despedimos de él y acordamos que nos veríamos algún día, teníamos todo un mes por delante…
Cogimos un taxi, y nada más entrar:
-Has visto que monoooooooo, dios pero que cosa tan CUQUI!!!! Aún que el que me pierde de verdad es Louis… Pero aún así… Bueno, tía, te imaginas que los conocemos a todos, no me lo puedo creer!- dijo alborotada. Nada más llegar, y Niall Horan, yo solo soñaba en ir a algún concierto.
-Sí tia, cuándo he visto que era él he alucinado… Pero, no nos hagamos ilusiones- le sonreí.
El taxi nos dejó en la puerta del edificio dónde nos alojábamos. Entramos con unas llaves que nos había dado Toni. Subimos todos los pisos, 8. Entramos. Un loft enorme y súper luminoso. Dos habitaciones, estaba claro que era una habitación para cada una de nosotras, pero preferíamos estar juntas así que escogimos la más grande para las dos. Un mega armario, de esos americanos que me gustan a mí, y un comedor perfecto para pasar un tarde de viernes sin hacer nada. Deshicimos las maletas y preparamos una ensalada y unos bistecs de pavo precocinados, ¡que malos estaban!. Nos acurrucamos cada una en un sofá diferente, y pusimos la tele, una perfecta tarde de viernes, recién llegadas a un sueño. Sonó el teléfono de Miriam, era Niall.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Londres, dos chicas y una dirección. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos