Miriam:
- Y ella es, la novia de Zayn, Mar. - Dijo Liam. Era bastante guapa, con una sonrisa muy agradable. Una mirada española, sin duda. Nos dimos dos besos. Zayn y ella pegaban juntos.
Hablaban por los altavoces, anunciaban que ya teníamos que sentarnos. Miré mi entrada, asiento 26.
- Paula, ¿Tú cual tienes?
- Em... El asiento... 18. - Contestó mientras miraba la entrada.
Qué raro. Estuve buscando los asientos. 20, 22, 24... ¡26! Este es el mío. Me senté, me quité la chaqueta y saqué una bolsa de caramelos. Me apetecía algo dulce.
En ese momento, Louis se iba acercando a mi fila de asiento. Iba tarareando una canción, feliz. Era bastante guapo, más bien, atractivo. Lo miré y me miró. Bien, el corazón se puso a mil por hora. Sonreí. Louis se sentó a mi lado.
Me miró de nuevo y me preguntó con cara alegre: ¿Mir... Miriam?
- Sí, Miriam. ¿Louis Tomlinson? Si ese es tu verdadero nombre. - Dije con cara de interesante y bromeando, después eché a reír.
- Sí, lo es. - Contesté serio.
Mierda. - No habrá pillado la broma - Pensé. De repente, vi como iba a decir algo:
- Es mi nombre, hasta que no se demuestre lo contrario. - Dijo levantando una ceja.
Me eché a reír como nunca. Estaba como una cabra. Miré de reojo a Paula, le tocó sentarse entre medio de Harry y Liam. La verdad es que Paula y Harry, harían una buena pareja. Los vi hablando y Paula sonriendo con una sonrisa que nunca había visto. En ese momento, de tal sonrisa, yo también acabé sonriendo.
El partido iba viento en popa. Louis me miraba de reojo, de vez en cuando, y me sonreía. "Nuestras" chicas, iban ganando. En realidad, yo no tenía ni idea de básquet. Es que a mí, se me dan fatal los deportes. Fatal. Y no me gustan. Pero estaba allí, en Londres, sentada al lado de Louis Tomlinson y al lado de Niall, el que por cierto, no paraba de mirarme. En realidad, me lo estaba pasando bien. Y Paula, estoy segura de que también.
Acabó el partido. Ganaron por pocos puntos de diferencia. Me levanté del asiento. Me coloqué bien el pantalón y pisé el suelo con fuerza un par de veces. Se me había dormido la pierna de tanto rato sentada. Niall me estaba mirando y también parecía que me estaba... Esperando. Todos iban dirección a la puerta, excepto Niall. Él me esperó a que saliera.
- ¿Qué haces bailando? - Bromeó.
- ¡No estaba bailando! - Le golpeé en la camisa con cara de niña buena.
- Las españolas sois muy especiales, por lo que veo.
Le contesté con una sonrisa. Estábamos en la puerta, el cielo estaba nublado. Londres no era muy soleado. En la puerta, nos reunimos todos. Los chicos, Mar, Paula y yo. Paula se acercó al oído y me susurró: Nos vamos ya, que tengo tantas ganas de contarte algo. Asentí con la cabeza.
- Bueno, ya nos vamos hacia el hotel. Ya quedaremos para vernos otro día, el partido ha estado genial - Dijo Paula muy contenta.
- Nononono, para nada. Vosotras os venís hoy con nosotros a comer, ¿Verdad chicos? - Dijo Harry.
Insistimos que no. Que estábamos cansadas y que gracias por todo. Pero nos convencieron. ¡Cómo para no decirles que si! Y aun así, tenía ganas de hablar con Paula a solas, se la veía muy contenta.
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