Sorpresa! (I)

Hey jajajaja, ¡Sorpresa! 
Hoy he convencido a Paula para que me deje escribir hoy la dedicatoria del principio (Soy Miriam por si alguna persona no lo ha captado <3 ). Bueno, primero de todo deciros que este capitulo os va a gustar mucho *-* y que muchisisisimas gracias a la gente nueva que nos ha descubierto y se ha tenido que leer los chapters desde el principio, eso significa  mucho para nosotras :)) Bueno, no me enrollo que yo soy de esas que si empiezo a escribir puedo escribir lo que sea, así que... 
¡Disfrutar del capitulo! Ya haré más dedicatorias (Si queréis jajajaja)


PD: Te quiero Blas (@Albaconclavos_) toma ya, el viernes te quejaste de que
yo nunca dedicaba y que tampoco te poniamos, pues  ale, contenta♥
Bueno, lo dicho, a leer! <3 Y comentad después que os ha parecido,  no seáis sosos/as ;)

Paula:

Me gustaba el comienzo de ese día. Quería pasar rato con Miriam, ella me relajaba mucho. Estábamos sentadas en unos especie de sillones, y mientras desayunábamos me sonó el teléfono, era Louis, pero no le dije nada a Miriam.

-Paula, no digas nada de quién soy por favor…- resonó al otro lado del aparato.

-Hola mamá- dije yo mintiendo, mientras le hacía señas a Miriam de que me iba hacia el lavabo.

-Gracias- dijo más tranquilo- verás, supongo que Miriam te habrá contado lo que pasó ayer y…

-Sí, me lo ha contado, está un poco triste, pero se acuerda de ti- le dije yo a él para que se sintiera un poco mejor.

-Pues, te quería comentar, que me gustaría pedirle perdón a Miriam y hacerle un regalo especial, y cómo tú eres su amiga… Me gustaría que me ayudaras. Te parece?

-Cómo no! Que tenías pensado?, tiene que ser algo bonito y especial… Mmmm, ya sé!- acabé diciendo.

-Dime, dime- me respondió el nervioso.

-Llévala al mirador de estrellas de Londres, y pasa allí la noche con ella, dile todo lo que sientes, ella sólo necesita recibir amor de verdad… Te gusta mi idea…- esta vez yo estaba nerviosa.

Pasaron tres segundos y nada al teléfono, pero al final…

-Me encaaaaaaanta, eres la mejor, si pudiera te daría un abrazo, ahora mismo me pongo manos a la obra, de verdad, gracias- me dijo sincero, y colgó.

Me arreglé un poco mirándome al espejo y a la vez pensando una mentira convincente para Miriam. Mientras me miraba, recordé a Liam. Él había hecho todo lo posible por mí aquella noche, y yo le había dejado sin palabras, no se lo merecía. ‘’Qué difícil es el amor!’’ pensé, y salí del lavabo. Allí estaba Miriam, parecía que ella también tenía una llamada telefónica. Hablaba de una manera entusiasta y se reía, la dejé acabar. Yo de mientras desayunaba y miraba el ambiente de Londres. Parecíamos dos londinenses desayunando tan tranquilas sin problemas a los que resolver. Pero no, éramos dos turistas con grandes dilemas rondando por la cabeza. El café estaba delicioso, a mí me pierden los cafés. Parecía que Miriam no acabaría nunca, pero acabó. Al fin le pregunté:

-Con quién hablabas? Y de qué?- pregunté curioseada.