Más que esto (II)

Y por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin de vuelta a mi cueva (como lo llama mi madre). Con internet, con mis twitteras bonitas, nove, los chicos... Vamos, Paulaland! ¿Me habéis echado mucho de menos? Yo a vosotras sí :'( Mucho pero que mucho mucho Jajajajaja Bueno, pues ya estoy aquí para deciros que al final me lo pasé genial... La verdad es que no tengo mucho que decir. Hoy no os voy a aburrir mucho... ¿Como va la nove? ¿Os gusta? A, porfavor, decid si queréis segunda parte, que Miri y yo la estamos empezando y, eso. Nada, que os quiero muuuuuuuuuuuuuuuucho<3

Miriam:

Pi, pi. Pi, pi. Otro “pi, pi” de nuevo. Era el sonido del despertador de Paula. El cual apagué al ver que Paula no devolvía ninguna reacción al  mundo. Estaba profundamente dormida, e incluso dormida, tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¿Qué habría hecho a noche después de que yo me fuera a la cama tan temprano? Fui al baño, cogí mi cepillo rosa y me peiné. El pelo se me onduló aquella noche y decidí hacerme una coleta alta. Exclamé un “Va, Paula, despierta.” Por respuesta hubo un gemido, expresando que tenía sueño y que estaba muy a gusto en la cama. Se levantó, tocándose el pelo y dijo en voz baja un “Buenos días”. Mientras me preparaba el desayuno de siempre, Paula me miraba, apoyada en la mesa del salón. De repente, pasó de estar de un estado de dormida total a un estado extremo de felicidad.

-        Ai Miriam, me olvidé de decirte una cosa, tia… Harry y yo nos hemos perdonado, ha puesto en su twitter que no puede vivir sin mi.

Me alegré por ella, como respuesta le di una sonrisa. Ahora que hablaba de aquella red social, recuerdo lo que pasó a noche. Suspiré mientras devolvía la leche a la nevera. Sonó el teléfono, More than this. Era Louis. Fui corriendo hacia la habitación, lo tenía guardado en la chaqueta y lo cogí a tiempo. No fui yo la que empezó la conversación, fue él al ver que ya estaba ahí.

-        Buenos días princesa, ¿Te he despertado? – dijo con su tono de voz particular.

-        No, que va… Estaba preparando el desayuno. ¿Cómo estás?

-        Bien, muy bien. Estoy en el estudio de grabación, nos han dado una pausa y he decidido llamar a las más guapas del mundo mundial.

¿A las más guapas? ¿Por qué hablaba en plural? A lo mejor las fans tenían razón y Louis no me quiere. ¿Pero qué digo? ¿Cómo puedo dudar de él?

-        ¿Eh? ¿Qué es eso de las más guapas?

-        A ti y a mi madre, tonti.

-        A mi no me llames tonti, tonto. – le respondí jugando.

-        Si te tuviera aquí, te besaría. Te echo de menos.

-        Yo más, te lo aseguro… Por cierto, ayer entré en twitter – me atreví a decir.

Paula se asomó a escuchar, dejó de pintarse y prestó atención a la conversación.

-        ¿Y has visto lo que te ponen, no? Eso es la fama… Pero no te preocupes, nada de los rumores que dicen son verdad, y lo sabes muy bien. Siento meterte en este mundo.

-        Tranquilo, adoro todo lo que sea tuyo.

Nos despedimos como dos tortolitos y colgué. Justo en ese instante, sonó el móvil. Pero esta vez el de Paula.

-        Estamos solicitadas. – dije mientras colgaba a Louis.

-        Es Ari. – Dijo Paula sonriente mientras miraba el móvil.

Nos dijo que ya estaba saliendo, así que decidimos prepararnos para ir derechas al aeropuerto y recibirla con los brazos abiertos.

Íbamos de camino al aeropuerto, hablábamos y luego, no supimos que decir. Rompí aquella situación con un: - ¿Sabes? Tengo ganas de la fiesta de mañana.

La fiesta de mañana, la fiesta de los gorritos. Tenía la sensación de que mañana sería un día muy especial… Mientras comentábamos cómo nos arreglaríamos, qué haríamos y todo eso… Sin darnos cuenta, llegamos al aeropuerto, el mismo lugar donde empezó nuestra aventura. No pensaba que volvería a pisar aquel sitio hasta el día que nos fuéramos. Decidimos coger asiento y me dijo Paula sincera:

-        Tengo una buenísima idea.