Nuestra directioner nº:

martes, 3 de abril de 2012

Un enfado más (III)

Publicado por Paula y Miriam en 2:42
Hola! Sí, este es un nuevo capítulo. ¿Cómo va la semana santa? He decidido subir hoy martes capítulo porque sé que a algunas le apetecerá y seguro que entran cada noche como dijo Paula para revisar si hemos subido capítulo, pues aquí lo tenéis :) El próximo capítulo lo más seguro (vamos, lo más MÁS seguro) que lo suba este jueves. Así que no os preocupéis, vosotras el jueves entrar que tendréis capítulo nuevo. Y vais a tener Miriam para rato por que el sábado también subiré creo... Jajajajaja :) Espero que Paula se lo esté pasando muy bien en su pueblo. Yo me he quedado aquí, aunque cada día voy a un sitio diferente. Sobre el capítulo, es de Paula y está super bien escrito (como todos los que escribe Paula) aunque el final no deja mucha intriga, pero el próximo capítulo es muy asfghjklñfghjuhgf. 

Bueno, comentad que creéis que pasará o lo que queráis, me encanta saber que opinais sobre cada capítulo para ir mejorando y tal. ¿Y dedicado? Pues se lo dedico a tres personas (a todas las demás también) pero en concreto a Mar, Helena C. y Alba. Mar, eres una chica estupenda y me encantó conocerte en persona el sábado pasado. Me encantan tus abrazos y tu manera de hablar, en serio, quiero volver a verte ya porque eres estupenda. Helena Celma, sí, tú, guapa de turno, que ya no sé si lees nuestra novela o te tienes que poner al corriente pero antes de ayer fue tu cumple y quería felicitarte también desde la novela :) Y por último Alba, mi querida albaconclavos, porque hoy ha llegado del viaje de fin de curso y en tan solo una semana, la he echado un montón de de menos. Y ahora como siempre digo... ¡Disfrutad!


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Paula:

Miriam al fin llegó a casa.  Entró por la puerta y dejó las llaves sobre el platillo de encima de la mesa de aquél considerable comedor. No le dirigí apenas una mirada, yo seguía enfadada. Aunque no fuera con ella, estaba mal conmigo misma y no quería dar pie a ninguna discusión. Al ver que yo no le daba importancia al hecho de que hubiera llegado a casa, ella accedió a sentarse a mi lado en el sofá. Miriam tenía la vida que cualquiera quisiéramos tener. La quería un montón de gente, cada vez que quería tenía a un chico rendido a sus pies, su familia era humilde, pero tenía una fortuna detrás de cada sonrisa que regalaban. Era la chica perfecta con la vida perfecta, en ocasiones la envidiaba.

-Hemos estado ayudando a Harry a prepararse las cosas para irse a vivir a casa de Louis, esta misma noche ya duermen juntos. Hemos pasado una buena tarde…- la frase acabó en un suspiro.

Sé que no era su intención, pero me daba la sensación de que me restregaba el hecho de haber estado todos juntos y bien.

-No me interesa nada de lo que me digas, estoy enfadada con el mundo.

Sin quererlo, acababa de poner comienzo a una discusión breve pero intensa.

-Pues si no te interesa nada, no me vuelvas a dirigir la palabra. Yo simplemente quería ayudarte a subir los ánimos- y acabó con un- De nada.

Miriam estaba molesta, aunque no enfadada. Miriam nunca se enfadaba. Se fue hacia el lavabo a ponerse cómoda. Yo seguía en el sofá, mirando la tele pero sin prestarle atención. En mi cabeza revoloteaban muchos pensamientos. Flotaban en medio de una nube de calor que hacía que las neuronas se disolvieran limitándome pensar. Me tragué el orgullo y fui hacia el lavabo. No podía estar enfadada con Miriam. Era mi gran amiga, la que en unas semanas se había hecho prácticamente mi hermanita. Toqué la puerta aunque estuviera abierta de par en par. Sonreí a Miriam. Ella y yo nos entendíamos con solo gestos. Le di un abrazo y le susurré al oído un leve ‘’Perdón’’. Cuando terminamos aquel momento de ternura y amistad volví al comedor. Entré en la cocina y me rasqué la barbilla mientras abría la nevera. Estaba llena, demasiado para mi gusto. De tan llena, no me apetecía nada que estuviera al alcance de mi vista. Saqué dos cervezas, aún sin ánimo de beber. Esta vez abrí un pequeño armario. Allí sí que había algo interesante y que me saciara la gula sin hambre que tenía. Cogí el último paquete de palomitas de microondas que había y lo puse a calentar. Llevé las dos cervezas a la mesa pequeña de delante del televisor de plasma. Le pegué un sorbo a la mía, y avisé a Miriam del manjar que me iba a pegar, con o sin ella. Rápidamente vino, con mi portátil en mano. Me dijo que lo encendiera mientras que ella servía las palomitas ya casi hechas. Así hice, y lo primero que inicié fue twitter. Desde hacía unos meses, twitter era mi vicio. Allí había personas de mentes parecidas, personas que te comprendían, personas que se limitaban a escuchar y ayudar, y personas que desde la distancia de mandaban amor cuándo más lo necesitabas. Era el mundo de relax, así era cómo lo llamaba yo. Twitteé un: En los momentos más desesperantes, necesitas a una amiga, y la mejor para ello es miriamtodaay. La mayoría de fans de los chicos no sabían de mi existencia y menos de mi ‘’relación’’ con Harry. Por lo contrario, todas las fans de alrededor del mundo entero, sabían de Miriam. Y por supuesto también sabían su twitter. Automáticamente recibí tweets amenazantes hacia Miriam, y yo por supuesto los contesté. No critiquéis a personas que no conocéis, y menos si no queréis hacer daño a vuestro ídolo. Lo dejé todo ahí. Miriam ya venía con el bol de palomitas. Me cogió el ordenador mientras se metía un puñado en la boca y lo vio todo. 

3 comentarios:

Me llamo Aitana. on 3 de abril de 2012, 2:52 dijo...

Me encanta ashjakhdjka ♥

María José on 3 de abril de 2012, 5:18 dijo...

Me encanta! :)

LifeGoesOn on 3 de abril de 2012, 7:54 dijo...

PERFECTO ♥

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